Los
inicios del Periodo Clásico pueden fijarse dentro del año 200 d.C y su
conclusión hacia el 900 d. C. Sin embargo, la cronología varía en cada área
cultural. Los antecedentes de este periodo se hallan en la última fase del
Período Preclásico, a partir del año 400 d. C., cuando gracias a un incremento
en la eficiencia de las técnicas agrícolas, ocurrió una transformación en las
sociedades de la época (crecimiento demográfico, mayor división del trabajo y
especialización, y el incremento del intercambio comercial).
Lejos
de lo que se suponía en buena parte de los primeros textos sobre las culturas
del clásico, hoy se sabe que tanto Teotihuacan como los estados mayas fueron
pueblos guerreros, aunque nunca al grado alcanzado por las culturas del
Posclásico. La guerra parece ser un asunto central en la historia del Área
Maya, como lo develan las estelas de la época y las representaciones
iconográficas de escenas bélicas que se han descubierto en sitios como Bonampak
y Toniná. En aquella región florecieron varias ciudades-estado hostiles entre
sí. Por su lado, Teotihuacan no pudo haber llegado a ser el gran centro
político y económico que fue sin hacer uso de la fuerza, como también lo
atestigua la iconografía de la ciudad; aunque parece que las mismas dimensiones
del poder teotihuacano libraron a la ciudad de hostilidades de otros Estados en
competencia. Igualmente, Monte Albán se impuso en los Valles Centrales de
Oaxaca por medio de acciones bélicas, según demuestran las estelas de conquista
del Edificio J de esa ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario